Este viaje a través del suroeste de EUA ha sido una de las experiencias más gratas de mi vida. Siendo de una isla donde apenas el viaje más distante se reduce a algunas 3 o 4 horas, completamos en la gira un viaje de 3,000 millas. A lo largo del mismo pudimos conocer algunas de las personas más nobles y luchador@s del mundo.
Sentimos y nos contagiaron con su compromiso social y su amor por la tierra. De los Nativo-Americanos aprendimos sobre su conexión con la naturaleza y con los antepasados, al igual que su lucha y su confrontación abierta por la conservación de su cultura y tradición.
Aprendimos también que la cultura “chicano” es una de reafirmación y resistencia, que mediante sus manifestaciones de identidad se solidifica y reitera su lucha en contra del “imperialismo cultural”. Ya sea mediante el arte, la acción política, la gestión social y comunitaria, el pueblo chicano es uno muy activo y presente en la conciencia colectiva de sus individuos.
Como parte de nuestro trabajo organizacional, dijimos presente en algunas de estas luchas. Algunas ocasiones trabajábamos directamente con la comunidad, en otras compartíamos y entrevistábamos a otros organizadores. También visitamos varios lugares históricos en los cuales de alguna forma u otra se conservan las memorias de luchas pasadas, otros, como la frontera EUA/México son aún “campos de batalla”.
A través del Peoples Movements Assembly tratamos de aportar nuestra parte a tan nobles y admirables luchas, con la finalidad de que todo lo recopilado forme parte del próximo Foro Social Mundial.
Reynaldo Padilla Teruel
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